El pequeño perrito Rito
Había una vez una niña llamada Paula que vivía con sus padres y su abuela en una linda casa, en las afueras de la tumultuosa ciudad. Una bella mañana de primavera, salió muy temprano de paseo, con la idea de casar alguna mariposa de colores.
Armada con su “casa mariposa”, se dirigió al cercano bosque, las flores estaban bellas y radiantes, el sol brillaba en el cielo azul.
Paula era feliz, pero algo le faltaba, era un amigo con quien compartir su alegría.
Una linda mariposa apareció de pronto y Paula corrió tras ella para atraparla. Sin embargo, la niña notó que la mariposa pretendía que la siguiera, ya que daba vuelta sin cesar a su alrededor moviendo sus alitas.
La pequeña la persiguió hasta ver como la mariposa se posaba sobre un perrito en el suelo.
Con gran atención, observó al animalito y comprobó que estaba herido en una pata.
¡Ay pobrecito! Debo ayudarlo- se dijo la niña.
Lavó la herida con agua limpia del río y la vendó con su pañuelo. La mariposa los contemplaba revoloteando a su alrededor, hasta que el perrito volvió en sí. Su mirada era bondadosa, y agradecida por todo. Paula dijo – creo que te llamaré Rito- pero lástima que no te puedo tener. Ve en busca de tu dueño.-
Paula se alejo del perro en la sequía y Paula dijo- quédate no te puedo llevar.
Y siguió caminando. De pronto, Paula tropezó con la raíz de un árbol, y se torció un pie y no pudo levantarse.
Aún estaba lejos de su casa, en aquel momento, el perrito y la mariposa aparecieron ante ella, ya que sus gemidos de dolor los había alentados. Ella les pidió que la ayudaran y fueran a su casa para enviar a sus padres.- es una casita blanca y no muy grande- les comentó.
Con rapidez, el perrito y la mariposa se encaminaron hacia el lugar señalado por la niña. Los padres de Paula quedaron sorprendidos al ver aparecer aquellos animalitos. – Creo que algo nos quiere decir- dijo la madre.
Ambos siguieron al perrito hasta llegar al bosque y descubrir allí a su hija, lastimada en un tobillo. El padre la levantó a Paula en los brazos y todos volvieron a casa, incluido el perro y la mariposa de bellos colores.
Paula se quedó con el perrito y fue así como Paula se quedo con Rito. Un amigo.
Sheila Jiménez 6to. “D”. Escuela “D. F. Sarmiento”
La Leyenda de Jujuy
Hace muchos años cerca de siglo XIII en la provincia de Jujuy había una aborigen llamado Titihuacca. El quería lograr lo que nadie había logrado; escalar una montaña, empacó comida para varios días. Llevó una especie de medio coco y partió, el clima era muy pesado. Pasaron varios días; empezó a darse cuenta que la montaña no tenia agua. Después de 3 días más se quedó sin comida; en eso vio una liebre. La corrió tanto que llego hasta un cactus y grito aaguaaaaaaa!!!. En eso tomó un palo y empezó a cortar el cactus para tomar el agua. En ese momento se empezó a transformar en cactus gritando ahhhhhh; Auxilio!!!.
Dicen los narradores que todavía se escuchan los gritos de auxilio. Fin
AUTORES: Ayrton Edling, Nicolas Oscarez , Tomas Ormache Y Matias Escobar. Alumnos 5 “C”. Escuela “D. F. Sarmiento”
Jeremías y Celeste
Un día una princesa llamada Celeste, paseaba por los grandes y hermosos jardines del castillo, como solía hacer todos los días.
Un día mientras paseaba por el jardín se encontró con un príncipe llamado Jeremías. Desde ese momento, se enamoraron completamente. Un día Jeremías se atrevió a pedirle casamiento. Celeste acepto, pasaron 2 meses y 3 semanas y por fin llego el gran día .Celeste se puso muy contenta por la boda. Jeremías tardó, ella se puso muy nerviosa, hasta que Jeremías llegó, Celeste se tranquilizo. Y el padre dio comienzo a la boda, al terminar la misma se dirigieron a su luna de miel. Y desde entonces vivieron felices para siempre.
Sofia Lucia Hertel 4º “D”.
Escuela “D. F. Sarmiento”
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LLUVIA LLUVIECITA
CAE DE A POQUITO
GOTITA POR GOTITA
PARA ALEGRAR A LAS
PRINCESITAS.
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Pame y Agus. Las mellis 5º “A”
Escuela “D. F. Sarmiento”
Amor imposible
Desde que té vi mi corazón
no paraba de latir y cuando
descubrí que té irías sin mí
casi me quise morir.
Así te espere y al fin
viniste por mí ahora
estoy más feliz y
mi corazón al fin paro de latir.
Maria Nicol Anderson 6º “C”
Escuela “D. F. Sarmiento”